Esta vida equivalente con la mía: cuando las cosas han perdido
su peso de sentir y sólo queda ver, extremarse,
chupar oficioral ―gruñir―
para que otros supongan que nos dan.
Una impaciencia ―no sé cómo decirlo―
larva el fondo de la dureza, la muerte del separado así:
"Estoy solo de mí sin serme ido, lejano donde no puedo,
extrañado de resguardarme como aquel que se repite
que nunca es un ahora en este solo, propiciado contra esta carne
que se estremece de un acto sin valor, de un equívoco ajeno,
de un desamparo natural de la sangre
que se enmemoria.."
(Francisco Martínez Farfán, de Acto fósil)
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