Creo que el arte de vivir para ser querido es uno muy exigente, sino es que despiadado. Querer que me quieran, exige mucha paciencia y sabiduría para provocar el amor en otro por mi. De allí entonces se puede tener la gama tan amplia que uno quiera: los que se arrastrán, los que no les importa que los quieran, los que quieren sin importar ser queridos, los que se mueren de amor sin ser queridos, los que se mueren de amor siendo queridos, los que quieren ser quierdos pero nunca lo son, los que son felices siendo queridos, los que son infelices a pesar de que son queridos, los que escriben para que los quieran, los que se sientan y por eso los quieren, los que inventan textos larguísimos como este para disimular que quieren ser queridos, y así una larga tipologia de "querer que me quieran" que ya no reproduzco aqui.
3 comentarios:
Así es, necesitamos que nos quieran, ahora que si vivimos para eso estamos arruinados, eso llega natural o no llega.
La vie est vaine,
Un peu d’amour,
Un peu de haine,
Et puis—Bonjour!
La vie est brève:
Un peu d’espoir,
Un peu de rève
Et puis—Bon soir!
-George du Maurier-
Creo que el arte de vivir para ser querido es uno muy exigente, sino es que despiadado. Querer que me quieran, exige mucha paciencia y sabiduría para provocar el amor en otro por mi. De allí entonces se puede tener la gama tan amplia que uno quiera: los que se arrastrán, los que no les importa que los quieran, los que quieren sin importar ser queridos, los que se mueren de amor sin ser queridos, los que se mueren de amor siendo queridos, los que quieren ser quierdos pero nunca lo son, los que son felices siendo queridos, los que son infelices a pesar de que son queridos, los que escriben para que los quieran, los que se sientan y por eso los quieren, los que inventan textos larguísimos como este para disimular que quieren ser queridos, y así una larga tipologia de "querer que me quieran" que ya no reproduzco aqui.
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