3.8.09

Días oscuros

La angustia se vale de nosotros a veces: ya te he contado. Hay momentos en que hasta los santos dudan de todo, de su amor y de Dios. Ninguna luz se entrega sin esta noche. Cristo ha cargado en una sola noche de angustias y de dudas ("Padre, ¿por qué me has abandonado?") todas nuestras noches oscuras...
...No se es decididamente grande... hasta que la vida no te ha puesto en la prueba de negarte rotundamente y sin apelación algo que deseabas con todas tus ganas...

(...)

Esta cosa estúpida con la que siempre se tropieza: no poder amar lo bastante para convencer al milagro...


(Emmanuel Mounier, de Cartas desde el dolor)

2 comentarios:

El guz dijo...

Me gustaría preguntar por los límites: ¿Cuándo has deseado lo suficiente para ser grande?, ¿es verdad que una vez negado algo que deseas, puedes tener claridad de hacia dónde vaz? Habrá que preguntarle a Mounier, de cualquier forma, es muy sugerente el último fragmento:

"Esta cosa estúpida con la que siempre se tropieza: no poder amar lo bastante para convencer al milagro...".

Me gustó el blog, espero no importunar ni molestar con entrar de vez en cuando.

LUDA dijo...

Gracias por comentar, Guz.
Creo que no se trata de desear lo suficiente para "ser grande", supongo más bien que se trata de enfrentar la imposibilidad, de vivir la impotencia.
Y lo de la negación de los deseos suena budista ¿no?

La última frase es mi favorita :D