La rabia es áspera y salada como sangre,
y hay que tragarla tragarla tragarla
para que nadie vea que nadie
¿Vale
la pena?
Saberlo es la grandeza que no tengo.
En este pequeño tiempo de caminos torcidos
nada es pequeño.
Y sin derecho a la derrota
porque no hubo combate
pero sí heridas.
3 comentarios:
Me gusta la corporalidad de la rabia en este poema.
Gracias por compartirlo.
Buena definición poética de la rabia. Abrazos.
Y es que no es lo único que hay que tragar tragar, quedan cientos de cosas que, muchas veces, debemos pasar sin preguntar qué es.
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