25.5.08

MANUAL DE AUTO-AYUDA/1

Depongo todo cuanto soy: me rindo.
No quiero más tus guerras ni tus líos.
Ni tus treguas de sal ni estos lamentos.
Félix Suárez


Si el amor es festejo el desamor es duelo. "Si todo se ha de ir, ¿por qué llegaste?, se pregunta Rubén Bonifaz Nuño, el poeta mexicano que más ha indagado co sus versos tiernos y coléricos las bondades y desdichas de ese "don de Dios", que es el amar, y ese "corazón en las espinas" que es la separación de los que se aman. La pareja falla. La pareja huye de sí misma. La pareja hace malabares para subsistir. Qué triste paradoja: primero nos dedicamos a encontrar a la persona deseada, y luego, tristemente, a soportarla. La amamos hasta casi rendirle pleitesía y luego nos preguntamos qué le vimos, cuándo cambió, por qué ya no sentimos las mariposas de antes y sólo escuchamos el bostezo y la queja cotidiana. El amor tiene que ver con la vida y por eso duele, por eso se encela, por eso se desilusiona, por eso se transforma, por eso envejece y muere. El amor se complica porque se hace aburrido, monótono, porque hay malos tratos y traiciones, gritos y sombrerazos, estrecheces económicas, dolor y llanto. "Ningún amor termina felizmente (se sabe)", como observa José Emilio Pacheco. Es cuando la amargurase hace presente y las palabras tiernas un remoto pasado. "Yo la amé y ella también a ratos me quiso". No importa el género, la desesperación y la tristeza son las mismas. Afligido amor, desdichado amor, desolado amor. La desaparición del amor y la separación de los que se aman no es nueva bajo el sol. Sucede que ahora es más notoria. Antes se disfrazaba. "En la alcoba profunda podríamos andar meses y años, en pos del otro, sin hallarnos", como escribió Maiakovsky. Las mujeres argumentaban dolor de cabeza y los hombres una partida de dominó. El macramé y las cantinas como terapia de género. El hombre mandaba y la mujer era sumisa. Ya no tanto. Los tiempos cambian. La mujer trabaja su doble jornada, es capaz de subsistir por sí misma y de no necesitar del hombre para ser. No quiere gritos ni reclamos, abusos físicos o verbales, ni chantajes ni estar con quien la trata como a un ser inferior. Es el desamor moderno, el que agarra sus chivas y se va. El amor a uno mismo como respeto y como opción. "El amor es la piedad que nos tenemos", como escribió Efraín Huerta. No es mero narcisismo sino afán de sobrevivencia. El desamor de antaño, por otro lado, sigue ahí. Llora sus penas en secreto, se soba los golpes a solas, aguanta la indiferencia, el ninguneo, la falta de cariño, la existencia de la otra o del otro. El maldito desamor. Tanto amar para qué. Lo dice el Buki: "Si no te hubieras ido sería tan feliz". O Paquita la del Barrio y sus ratas de dos patas: "¿Me estás escuchando, inútil?". Lo escribe mil veces mejor Bonifaz Nuño: "¿Qué es lo que pasa, qué nos hace que durmamos confiados una noche, una noche cualquiera, protegida, seguros del amor, acompañados, y despertemos, un momento más tarde, solos, abandonados, indefensos?". ¿Hay remedio? Durante algún tiempo creí más en el desamor que en el amor. Tantos fracasos, tantos intentos, para qué. Mejor la soledad, las caricias sin nombre que perdure, sin compromiso, sin reclamos, sin deslealtades, sin amor. No volver a meter la pata, blindar el corazón para no sufrir de este nuevo desorden amoroso que trae consigo la época que nos ha tocado. Me guarecí. Me dije que nunca más. Y fallé. Sucede que, así como llega el desamor, así también aparece el amor. La sensación de inmortalidad tras un beso, la necesidad de pertenencia a otro cuerpo, la alegría de descubrir un rostro que nos alegre el día, la noción de que ahora sí es la persona buena, la que esperamos con ansia toda la vida. Amar y desamar, estar un tiempo con la mejor y otro con la peor de las parejas, celebrar la compañía como algo extraordinario y guardarle luto porque no lo era, es el latido de los corazones plenos y rotos. La consigna para vivir y no morir en el intento es amar con locura y desamar con cordura. Dejar ir cuando ya no se pueda. Next. No hay de otra.


(Mauricio Carrera, Manual de auto-ayuda/1)

3 comentarios:

Dorix dijo...

Desamar con cordura. Con eso me quedo, aunque me siga preguntando si es posible.

Anti Zarigüeyas dijo...

Me encantó!!!!!

DORA MORO dijo...

en el desamor pero con tú, mi amiga.