22.2.08

OTRA BRÚJULA

Usar a la escritura como brújula
para ver hacia dónde tira el monte
persiguiendo a la cabra.

Usarla
como si la escritura fuera
una brújula hambrienta o telaraña
apuntando a distintas direcciones.

Como si el magnetismo hubiera
multiplicado el eco de sus extremidades
y la palabra blanca se diluyera lenta
entre la cabellera de la palabra tinta
y al mismo tiempo se dibujaran cuerpos
como nubes que la mirada cambia.

Usarla como una brújula
que fuera más que flecha
escalera de soga
por la que va subiendo el último
marinero del barco
para saber que al fin de la escalera
sólo queda la sombra
y el esqueleto negro de su radiografía.

(Eduardo Casar, Otra brújula)