Como en mi primera visita, me quedé en el Aranzazú.
Mientras me instalaba en el hotel vi un programa sobre Marilyn Monroe, en el que hablaban de sus enfermedades psiquiáticas. Creepy.
Recorrí a pie el camino hasta el ex-Convento del Carmen. Ahí vi la exposición de Salón de octubre 2007 y una más de graffitti. Me encontré con Fabián y platicamos un poco. Le entregué un ejemplar de Parteaguas y me dijo que regresa a Aguas el 22 por el libro que le publicaron.
Tomé té verde en la cafetería de enfrente, una al aire libre donde nadie fuma.
No alcancé a ver toda la exposición, pero me gustaron los trabajos de Saúl Hernández, el ganador que es de Dan Montellano Herrera, y lo de Carlos Cortés.
Poco antes de la presentación en la Capilla Elías Nandino, conocí a Mauricio Ramírez y a Elizabeth. Mauricio fue el encargado de organizar la presentación.
Finalmente nos encontramos Leti y yo, después de habernos conocido por internet hace como diez años. Le di un abrazo fuerte, que ya venía guardando desde hace tiempo. Físicamente, Leti es pequeñita, linda y frágil como hada, más guapa que en las fotos. Pero esa chica es fuerte, sí.
Mientras me instalaba en el hotel vi un programa sobre Marilyn Monroe, en el que hablaban de sus enfermedades psiquiáticas. Creepy.
Recorrí a pie el camino hasta el ex-Convento del Carmen. Ahí vi la exposición de Salón de octubre 2007 y una más de graffitti. Me encontré con Fabián y platicamos un poco. Le entregué un ejemplar de Parteaguas y me dijo que regresa a Aguas el 22 por el libro que le publicaron.
Tomé té verde en la cafetería de enfrente, una al aire libre donde nadie fuma.
No alcancé a ver toda la exposición, pero me gustaron los trabajos de Saúl Hernández, el ganador que es de Dan Montellano Herrera, y lo de Carlos Cortés.
Poco antes de la presentación en la Capilla Elías Nandino, conocí a Mauricio Ramírez y a Elizabeth. Mauricio fue el encargado de organizar la presentación.
Finalmente nos encontramos Leti y yo, después de habernos conocido por internet hace como diez años. Le di un abrazo fuerte, que ya venía guardando desde hace tiempo. Físicamente, Leti es pequeñita, linda y frágil como hada, más guapa que en las fotos. Pero esa chica es fuerte, sí.
Parece que la presentación salió bien. Vendí algunos libros. Me encontré con Ricardo Solís, que ganó el Efraín Huerta este año. Él está trabajando para La Jornada Jalisco y escribió algo sobre la presentación. Lean ahí.
Estuvieron también Patricia Velasco, Angélica Pérez, Óscar Huerta, Mario Armando, Dora Moro y Enrique Carlos.
Leti y Hugo me invitaron al Primer Piso, un lugar que está atrás del ex-Convento, arriba de una estética. Tocan jazz en vivo y se está muy a gusto.
El jueves desayuné con Jorge Souza. Platicamos de lo que estamos haciendo, intercambiamos libros y me recomendó ir a Tlaquepaque.
Después me tomé un cafecito con Doris. Estuvimos platicando muy a gusto, de todo un poco, desde zapatos rosas hasta cine, desde el por qué de los nombres raros hasta de literatura, de chismes y biografías condensadas en un minuto. Mi pobre amiga tuvo que hacerle una vez más a la doctora corazón (ésa es su verdadera vocación) y sí, es muy buena escuchando. Gracias.
Más tarde pasó Dora por mí y nos fuimos a comer a Tlaquepaque, como sugirió Souza. Dora es de las mías: deberían poner más letreros y mapas en las calles.
En Tlaque estuvimos viendo tienditas. Entramos a la de Rodro Padilla donde me compré un llaverito. En la pared tienen una foto de Bono frente a una de las esculturas de Padilla.
En otra tienda venden una lotería con los 100 nombres de la muerte. Me quedé con ganas de comprarla. Dora se quedó con ganas de Tejuino.
Pero fuimos a comer al Paco’s. Escuchamos mariachi de refilón, le compré un chalequito vaquero a Daniel, nos tomamos unas ricas cazuelas y nos medio comimos un filete que no era filete.
De regreso, fuimos a ver libritos a Ítaca. Dora es clientaza consentida y me hicieron un descuentito. También nos regalaron el nuevo número de La Manzana. Después visitamos la Gandhi y nada más nos asomamos rápido la librería del FCE, porque teníamos el plan de ir a la presentación del libro de Xitlalitl Rodríguez, Polvo lugar, que ya medio Guadalajara me había recomendado.
Pasamos primero por Santiago para llevarlo a casa, conocí a Fellini, dejamos mis cosas y llegamos mediotardeperobien de nuevo al ex-Convento.
Lleno. Me encontré ahí a Jorge Orendáin y a Yolanda Ramírez. Conocí a Marts de holayadiós y a Óscar Tagle que se fue con nosotros a la salida.
Xitlalitl es cuasiaccionistacomodueñaperono de El escarabajo scratch, y ahí fuimos. Es una casa vieja, con meseros flacos y tatuados, donde tienen expuesta obra de artistas tapatíos y hay música en vivo.
Estuvo tocando una parte del grupo Pnemus. En la tele pasaban caricaturas de Betty Boo.
Nos sentamos bajo un cuadro feo de no me acuerdo quién, pero quedé frente a uno de Lobho que me hubiera robado si fuera de la gente que se roba cuadros expuestos en un bar.
Óscar Tagle me regaló su libro: Poemas de amor tártaro. Estuvo circulando de mano en mano, nos reímos con los periquetes y terminó embarrado de salsa y bañado en tequila. Es aguantador el libro.
Jaime Loredo me mandó un mensajito: a las 11.30 de la noche nació Sarah. Brindamos a su salud.
Me quedé a dormir en el estudio de Dora, en su recién estrenada casa. Le pedí que me adoptara, pero no quiso.
Si contara aquí todo lo que platiqué con Dora seguramente terminaría siendo un post del tamaño de una novela, de las gordas, como biblia. Insistiré en lo de la adopción.
El sábado mi querida anfitriona me preparó un riquísimo desayuno. Fuimos, ahora sí, a la librería del FCE. Odio a Siruela y a Anagrama, son carísimos y los quiero todos.
Los doce de octubre, día de la virgen de Zapopan, nadie trabaja en Guadalajara, me dicen. Entonces no pude saludar a Jorge Esquinca. Pero estuvimos ahí hasta que se hizo la hora de irme a la central.
Me perdí Ajijic, Chapala, conocer a Patricia Medina, el taller de Óscar Tagle, la música de Naranjito Blues.
Daniel está enfermo de la garganta, eso apresuró mi regreso. Me recibió con su papá y abuelita en la central. Todo sonrisas, me llenó de besos.
Estuvieron también Patricia Velasco, Angélica Pérez, Óscar Huerta, Mario Armando, Dora Moro y Enrique Carlos.
Leti y Hugo me invitaron al Primer Piso, un lugar que está atrás del ex-Convento, arriba de una estética. Tocan jazz en vivo y se está muy a gusto.
El jueves desayuné con Jorge Souza. Platicamos de lo que estamos haciendo, intercambiamos libros y me recomendó ir a Tlaquepaque.
Después me tomé un cafecito con Doris. Estuvimos platicando muy a gusto, de todo un poco, desde zapatos rosas hasta cine, desde el por qué de los nombres raros hasta de literatura, de chismes y biografías condensadas en un minuto. Mi pobre amiga tuvo que hacerle una vez más a la doctora corazón (ésa es su verdadera vocación) y sí, es muy buena escuchando. Gracias.
Más tarde pasó Dora por mí y nos fuimos a comer a Tlaquepaque, como sugirió Souza. Dora es de las mías: deberían poner más letreros y mapas en las calles.
En Tlaque estuvimos viendo tienditas. Entramos a la de Rodro Padilla donde me compré un llaverito. En la pared tienen una foto de Bono frente a una de las esculturas de Padilla.
En otra tienda venden una lotería con los 100 nombres de la muerte. Me quedé con ganas de comprarla. Dora se quedó con ganas de Tejuino.
Pero fuimos a comer al Paco’s. Escuchamos mariachi de refilón, le compré un chalequito vaquero a Daniel, nos tomamos unas ricas cazuelas y nos medio comimos un filete que no era filete.
De regreso, fuimos a ver libritos a Ítaca. Dora es clientaza consentida y me hicieron un descuentito. También nos regalaron el nuevo número de La Manzana. Después visitamos la Gandhi y nada más nos asomamos rápido la librería del FCE, porque teníamos el plan de ir a la presentación del libro de Xitlalitl Rodríguez, Polvo lugar, que ya medio Guadalajara me había recomendado.
Pasamos primero por Santiago para llevarlo a casa, conocí a Fellini, dejamos mis cosas y llegamos mediotardeperobien de nuevo al ex-Convento.
Lleno. Me encontré ahí a Jorge Orendáin y a Yolanda Ramírez. Conocí a Marts de holayadiós y a Óscar Tagle que se fue con nosotros a la salida.
Xitlalitl es cuasiaccionistacomodueñaperono de El escarabajo scratch, y ahí fuimos. Es una casa vieja, con meseros flacos y tatuados, donde tienen expuesta obra de artistas tapatíos y hay música en vivo.
Estuvo tocando una parte del grupo Pnemus. En la tele pasaban caricaturas de Betty Boo.
Nos sentamos bajo un cuadro feo de no me acuerdo quién, pero quedé frente a uno de Lobho que me hubiera robado si fuera de la gente que se roba cuadros expuestos en un bar.
Óscar Tagle me regaló su libro: Poemas de amor tártaro. Estuvo circulando de mano en mano, nos reímos con los periquetes y terminó embarrado de salsa y bañado en tequila. Es aguantador el libro.
Jaime Loredo me mandó un mensajito: a las 11.30 de la noche nació Sarah. Brindamos a su salud.
Me quedé a dormir en el estudio de Dora, en su recién estrenada casa. Le pedí que me adoptara, pero no quiso.
Si contara aquí todo lo que platiqué con Dora seguramente terminaría siendo un post del tamaño de una novela, de las gordas, como biblia. Insistiré en lo de la adopción.
El sábado mi querida anfitriona me preparó un riquísimo desayuno. Fuimos, ahora sí, a la librería del FCE. Odio a Siruela y a Anagrama, son carísimos y los quiero todos.
Los doce de octubre, día de la virgen de Zapopan, nadie trabaja en Guadalajara, me dicen. Entonces no pude saludar a Jorge Esquinca. Pero estuvimos ahí hasta que se hizo la hora de irme a la central.
Me perdí Ajijic, Chapala, conocer a Patricia Medina, el taller de Óscar Tagle, la música de Naranjito Blues.
Daniel está enfermo de la garganta, eso apresuró mi regreso. Me recibió con su papá y abuelita en la central. Todo sonrisas, me llenó de besos.
4 comentarios:
Te voy a evidenciar, tu dijiste: ¿me puedo quedar a vivir en tu casa? Jamas hiciste trámites de adopción, si hubieras llenado la solicitud...-misma que se encuentra en la entrada de mi casa en un bloc de formas oficiales para los visitantes- tu adopción estaría en trámite y ya estaríamos arreglando tu suite.
Espero que regreses para la FIL.
*jamás
Yo ya no estoy seguro si hice los trámites o no, nunca lo sé de cierto. Espero algún día por fin coincidir de nuevo.
En este mismo momento dejo las ondas científico sociales y me dedico de tiempo completo a ser doctora corazón, ja ja ja. No es cierto, fue un gusto enorme platicar contigo; a ver cuándo nos vemos de nuevo. Por cierto, Fellini es una preciosidad, no sé si lo que más me entusiasma es el gato o su nombre, pero es la onda.
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