7.8.07

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La mano que oculta la voz.
La voz que silencia los dedos.
Los dedos clavados al grito
que ejecuta la mano.
El poema impreciso.
La mudez que otorga.
No el silencio del que calla,
sino, en todo caso, la renuncia
que nos vuelve frágiles y tolerantes.
La mano mutilada.
La voz de nadie.

(Baldo Ramos, La mano que oculta la voz)

1 comentario:

Dorix dijo...

Por cierto, casi se me pasa decirte que ayer me acordé cañón de tu casa en ruinas, mientras veía una película que creo que se llama "Atando cabos", en carretera, de regreso a casa.