5.2.07

Todos flotan...

[procesos]

todo lo que se recomienda al enfermo,
reposo absoluto, analgésicos,
suero, antibióticos, aislamiento;
hacen que el dolor, el vómito o la hemorragia
descubran la acumulación de materia calcárea
en el conocimiento repentino

el tono impersonal de la enfermedad
con su tripulación de oídos recónditos,
busca celebración
con las flores oscuras terminadas en punta
de la espera ominosa.

el enfermo respira recorriendo
los puntos culminantes del tapete tejido
por lo que no desea preguntar,
la enfermedad se explaya echándole puñados
de conocimiento repentino,

por la pendiente de los que guardan silencio,
el enfermo se desliza saludando,
mientras escucha simultáneamente a las partes sumergidas de su enfermedad
y a las que flotan despidiéndose

(José Carlos Becerra, procesos)

2 comentarios:

Axel Capanegra dijo...

Hace tiempo divagaba:
"Nada como la enfermedad para hacerte sentir en espíritu propio la invencible pesadez del cuerpo, la indisoluble ligazón que mantiene tu consciencia con lo físico.
Somos libres, pero el límite del cuerpo está ahí, siempre al acecho, cualquier enfermedad o necesidad física nos lo recuerda. Consciencia de pronto tironeada, invadida, controlada por las fuerzas invisibles y efectivas del organismo de la cual nace y que la sostiene.
Si me pidieran una alegoría de la consciencia diría que es como un fuego alimentado por el combustible del cuerpo. Sin combustible, se apaga. Pero el fuego no es el combustible y se confunde con el aire.
Amo tanto las consciencias de los seres humanos, son lo más recóndito para mí, lo más necesario, vivo de ustedes, consciencias ocultas, seres frágiles y lejanos como yo.
El cuerpo es el único objeto psíquico, el objeto más real para cada quien. El verdugo que obliga, el ángel que eleva, el mar de placer, el precipicio del dolor.

Lo que me gusta de estar enfermo es que el mundo deja de importarme, de dolerme, de aguijonearme.
Sucumbo al éxtasis de la fiebre como ante una dimensión desconocida."

Lu García dijo...

Me recordaste a "Beber un cáliz" de Ricardo Garibay


Saludos!