Uno llena el templo con sus dioses,
Lo puebla de objetos
Sacros para el rito
Pero puede poblarse
Con el brillo de los mercaderes.
El poema sigue así:
Uno regresa a él,
Latiga las palabras que le sobran,
Desaloja a los mercaderes y su brillo,
Desperdiga por el suelo
Los objetos del rito,
Advierte que sus dioses
Son ídolos de arcilla
Y sólo encuentra
El peso de un silencio malogrado.
El poema termina
Como un barco de papel
En los deltas del vacío.
(Juan Manuel Roca, La caída del reino)
3 comentarios:
El poema ocurre así:
uno crea un blog,
lo puebla de memorias,
la gente lo comenta,
se va,
regresa,
el bloggero
advierte que sus visitantes,
sus dioses y diosas
son espejos
el blog no termina
es una prolongación
de nuestros deseos
...así es la posmodernidad...
buenisimo comentario del/la anti zarigüeyas
:-)
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