Pero pudo brotar.
Cada segundo se
profundiza y renueva.
Cada segundo abre
nuevas sendas distintas.
¡Por aquí!¡Por allí!
Mi cuerpo multiplicado
atravesando pueblos
o dormido en el mar.
¡Todo está abierto! Existen
llaves para las claves.
Pero el sol y la luna
nos pierden y despistan
y bajo nuestros pies
se amarañan los caminos.
Aquí contemplo todo
lo que pudo haber sido,
Dios o mendigo
agua o roja margarita.
Mis múltiples senderos
teñidos levemente
hacen una gran rosa
alrededor de mi cuerpo.
Como un mapa imposible
el jardín de lo posible
cada segundo se
profundiza y renueva.
Jamás nació ¡jamás!
Pero pudo brotar.
(Federico García Lorca, El jardín)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario