5.10.06

Mi nueva canción favorita



A la primera persona que me ayude a comprender
pienso entregarle mi tiempo, pienso entregarle mi fe,
yo no pido que las cosas me salgan siempre bien,
pero es que ya estoy harto de perderte sin querer.

A la primera persona que me ayude a salir
de este infierno en el que yo mismo decidí vivir
le regalo cualquier tarde pa' los dos,
lo que digo es que ahora mismo ya no tengo ni siquiera dónde estar.

El oro pa' quien lo quiera pero si hablamos de ayer:
es tanto lo que he bebido y sigo teniendo sed,
al menos tú lo sabías, al menos no te decía
que las cosas no eran como parecían.

Pero es que a la primera persona que me ayude a sentir otra vez
pienso entregarle mi vida, pienso entregarle mi fe,
aunque si no eres la persona que soñaba para qué
(¿qué voy a hacer? nada).

¿Qué voy a hacer de los sueños?
¿qué voy a hacer con aquellos besos?
¿qué puedo hacer con todo aquello que soñamos?
dime dónde lo metemos.

¿Dónde guardo la mirada que me diste alguna vez?
¿dónde guardo las promesas, dónde guardo el ayer?
¿dónde guardo, niña, tu manera de tocarme?
¿dónde guardo mi fe?

Aunque lo diga la gente yo no lo quiero escuchar,
no hay más miedo que el que se siente cuando ya no sientes nada,
niña, tú lo ves tan fácil, ¡ay amor!
pero es que cuanto más sencillo tú lo ves, más difícil se me hace.

A la primera persona que me ayude a caminar
pienso entregarle mi tiempo, pienso entregarle hasta el mar,
yo no digo que sea fácil, pero, niña,
ahora mismo ya no tengo ni siquiera dónde estar.

A la primera persona que no me quiera juzgar
pienso entregarle caricias que yo tenía guardadas,
yo no pido que las cosas me salgan siempre bien
pero es que ya estoy harto de perderte.


Y a la primera persona que me lleve a la verdad
pienso entregarle mi tiempo, no quiero esperar más,
yo no te entiendo cuando me hablas ¡qué mala suerte!
y tú dices que la vida tiene cosas así de fuertes.

Yo te puedo contar cómo es una llama por dentro,
yo puedo decirte cuánto es que pesa su fuego,
y es que amar en soledad es como un pozo sin fondo
donde no existe ni Dios, donde no existen verdades.

Es todo tan relativo, como que estamos aquí,
no sabemos, pero, amor, dame sangre pa' vivir,
al menos tú lo sabías, al menos no te decía
que las cosas no eran como parecían.

Y es que a la primera persona que no me quiera juzgar
pienso entregarle caricias que yo tenía guardadas,
niña, tú lo ves tan fácil, ¡ay amor!
pero es que cuanto más sencillo tú lo ves, más difícil se me hace.

A la primera persona que no me quiera juzgar
pienso entregarle caricias que yo tenía guardadas,
yo no digo que sea fácil, pero, niña,
ahora mismo ya no tengo ni siquiera dónde estar.
ni siquiera dónde estar.


(Alejandro Sanz, A la primera persona)

7 comentarios:

edilberto aldan dijo...

Pues la verdad está medio gacha la canción, más bien tirándole a fea... pero bueno, en cuestión de gustos...

saludos

Anónimo dijo...

woooooooooooow que cancion

Gregorovivs dijo...

Comparto la opinión de Aldán... no me gustó. [Oí la canción hace apenas un par de horas en una estación radial: se aventuran tiempos de saturación acústica... lo sé... :'-( Snifff...]

Tiene un no sé qué de sonsonete infantil, como esas melodías perdidas que proliferan al momento de darse un baño en la regadera... :-s

LUDA dijo...

lo sé, pero no lo puedo evitar...

Anti Zarigüeyas dijo...

Moraleja: cuando quieras sacar a un hombre de tu vida definitivamente no importa que tires sus libros y discos por la ventana, tira la guitarra, eso sí que duele...

Anónimo dijo...

Pos yo puedo decir que es la primera canción que le entiendo a Sanz, es que... hay unas que necesito la letrita como la pusiste tu...

O_o

Mariposa Azul dijo...

Hola, he visto tu blog en blogsmexico,,, y me llamo la atencion, tienes buena poesia, pero tu escribes algo propio?? bueno seguire leyendo cada vez que pueda... Por cierto esta cancion de Sanz es nueva? ando medio desconectada del mundo sanz, yo era mega fan de el y tengo todos sus discos pero esta cancion no la he escuchado antes, es muy bonita. saludos