29.9.06

Daniel

Daniel descubrió mi cuaderno de notas.
Lo vi tratando de alcanzar algo de la repisa. Creí que era un juguete y lo acerqué, pero detrás de una rana plateada estaba mi libreta. La tomó con fuerza, la abrió. No tuvo miedo alguno ante la página en blanco, destrozó por igual limpias y escritas. Los espirales fueron sus pausas. Yo lo dejé hacer.
Lloró cuando no pudo pasar con facilidad una hoja, cuando no pudo meter en su boca el cuaderno completo. Luego de un rato, fastidiado, se quedó con un solo pedazo de papel. Lo chupó hasta deshacerlo.

3 comentarios:

Anti Zarigüeyas dijo...

mmmm... the paper tastes good... =9

tazy dijo...

Oh, si, yo rayaba todo lo que encontraba... a veces creo que mi madre eliminó mi aspiracion pictórica cuando me dijo que los libros se leen, no se rayan...

Me costó MUCHÍSIMO, PERO MUCHÍSIMO hacer anotaciones en ellos en la universidad, pero en serio, casi lloraba cuando rayaba un libro...

Pero así sucede: el mundo perdió una pésima dibujante de rayas chuecas y ganó una gran lectora.. eso digo yo.

Jujuju

O_o

Simitrio Quezada dijo...

¡Viva Daniel!

¡Viva Daniel!

¡Viva!